Por la provincia

El sabor del cerdo en Covarrubias

DB / Burgos - viernes, 22 de enero de 2016
Desde la primera hora de mañana, el humo de las barbacoas prendidas en la Plaza Mayor de Covarrubias anunciarán la degustación de unos 530 kilos de carne en la villa rachela. Mañana se celebra en el pueblo la XXVII Fiesta de la Matanza, una jornada de exaltación de los productos del cerdo y de una práctica que era muy habitual en los pueblos de la zona pero que, cada vez, está más en desuso.
Esta fiesta, organizada por el Centro de Iniciativas Turísticas (C.I.T.) y el Ayuntamiento, es una de las más antiguas de la provincia de Burgos y se celebra en la villa rachela, siempre, el fin de semana siguiente a la festividad de San Antón. La celebración dará comienzo a las 13 horas y a lo largo de toda la jornada matutina se podrán degustar los productos típicos del cerdo. Para la cata de este año el C.I.T. empleará 100 kilos de chorizo, 100 kilos de morcilla, 100 kilos de panceta, 60 kilos de morro, 90 kilos de chistorra, 80 kilos de costillas, 50 litros de caldo mondongo (caldo que queda después de cocer las morcillas), 180 litros de vino de la Denominación de Origen Arlanza y 250 barras de pan.
La matanza del cerdo suponía, hace año, el poder disponer de carne durante bastante tiempo gracias al adobo con el que se conservaba la misma, por eso surgió esta fiesta de la matanza, para intentar conservar una tradición centenaria muy arraigada en nuestra cultura burgalesa.
Al matar el cerdo la habilidad del matarife es fundamental para que el sangrado sea el idónea. Una vez sacrificado, se recoge y se guarda la sangre para hacer las morcillas. Sangrado el animal, se chamuscan con paja los pelos que pueda tener la piel y se abre el animal para vaciarlo.
Este año, en colaboración con ‘El Club Viajero’ de Burgos habrá autobuses para desplazarse desde la capital a Covarrubias.
Al mismo tiempo tendrán lugar las VII jornadas de pinchos y tapas de la matanza en los establecimiento de Covarrubias con una consumición al precio de 2 euros cada una.
Un pueblo entero volcado en el recuerdo de una tradición.