Estas tierras fueron habitadas por el hombre desde tiempos del paleolítico.

De la Edad del Bronce quedan restos de un hacha plana, asi como restos de tribus de filiación celtibérica, los Turmódigos, podemos ver los restos de un poblado protegido por una incipiente muralla de piedras apiladas.

Una vez romanizada, se estableció un castro defensivo y en el llano una pequeña población de la que se han encontrado restos de cerámica, monedas, una ara votiva dedicada al dios Júpiter de Redonda y en torno a la iglesia de Santo Tomás.