• Localidad: Covarrubias

Construida en el siglo XII, aunque apenas conserva nada de la original, la Iglesia de Santo Tomás cuenta con ocho retablos. La que hoy vemos es del siglo XV. Además de sus retablos, cuenta con una vidriera renacentista que representa la Natividad, una hermosa pila bautismal románica, y la escalera plateresca, joya de la iglesia. Se conserva el órgano del siglo XVIII, con unos clarines de sonoridad muy bella.

La Iglesia parroquial de Santo Tomás Apóstol fue fundada en la segunda mitad del S. XII tras la población de la villa de Covarrubias a raíz de los fueros otorgados a la misma por la Infanta Doña Sancha en el año 1148. A finales del siglo XV se amplió el templo, quedando como hoy se ve, conservando de la primera época la capilla absidal del lado de la epístola. Consta de tres anchas naves formando una especie de planta de salón y cubiertas con bóvedas de crucería.

 

HORARIO DE APERTURA DEL 12 DE OCTUBRE AL 08 DE DICIEMBRE DE 2024:

- Sábado de 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00

- Domingo de 11:00 a 14:00*  (*a 12:30 los días que se celebre misa en esta iglesia)

 

Qué ver….

Atrio y puerta: Se entra por esta elegante portada tardogótica del SAN XV rodeada de un espacioso atrio que fue cementerio.

La escalera plateresca: Nada más entrar se encuentra esta bella escalera palaciega del siglo XVI, tratándose de la gran joya de esta iglesia. Es obra de yesería elegantemente decorada con bichas de gusto florentino y rematada con tribuna frontal. Su finalidad es desconocida. Tiene una pintura mural representando a San Cristóbal.

Capilla bautismal: Aquí se conserva la artística pila bautismal románica de finales del siglo XII. Destaca que en ella fue bautizado el Dr. Francisco Valles “el Divino”, protomédico de Felipe II.

Capilla de San José: Tiene retablo barroco del siglo XVIII de madera policromada, de gusto popular, el cual tuvo reaprovechadas tres tablas hispanoflamencas y un relieve castellano del siglo XVI, elementos trasladados al museo de la Colegiata y cuyo lugar en el retablo lo ocupan pinturas modernas. En el centro San José y el Niño.

Capilla de la Soledad o de la Paloma: Tiene un pequeño altar popular del siglo XVIII con el lienzo de Nuestra Señora de la Soledad.

Capilla de la Concepción: Ocupando el ábside románico que queda de la primera época, tenemos un buen altar barroco del siglo XVIII con la imagen vestida de Ntra. Sra. de la Purísima Concepción, flanqueada por San Joaquín y Santa Ana y en el remate el árbol de Jesé. Destaca en esta capilla la vidriera de la Navidad, del siglo XVI.

Altar Mayor y Presbiterio: El retablo mayor data del siglo XVII, de gusto clasicista, realizado por Domingo Vallejo y Pedro de Sedano para la Iglesia de San Lesmes de Burgos, desde la cual vino el retablo a esta de Santo Tomás a mediados del siglo XVIII para sustituir al antiguo retablo gótico del siglo XV-XVI. De este era la imagen de Santo Tomás que preside en el centro, y las imágenes de San Pedro y San Pablo que lo flanquean. Sin embargo, las grandes imágenes de San Juan Evangelista y San Gregorio que flanquean el tabernáculo son propias del actual retablo junto con la imagen de la Virgen María que lo corona. También hay en el presbiterio alguna lápida del siglo XVI en los laterales, y la sillería del antiguo coro de esta iglesia, siglo XVII.

Sacristía: No es visitable. Está presidida por un pequeño retablo barroco del siglo XVIII con una imagen de San Gregorio Magno.

Púlpito: Es una joya renacentista del siglo XVI, en piedra policromada, y luciendo en el frontal el escudo de Covarrubias.

Altar de San Pedro y San Pablo: Es neoclásico, tallado en torno a 1796 por Francisco Esteban Collantes para la capilla de estos santos en la Colegiata, de la cual se trasladó aquí para sustituir un pequeño retablo clasicista que a su vez se llevó a la Colegiata, donde hoy está.

Retablo de San Juan o de San Ildefonso: Pequeño pero buen retablo plateresco del siglo XVI con bajorrelieves de San Juan Bautista,

San Juan Evangelista y San Lorenzo: Pintura de San Ildefonso en ático.

Capilla del Santísimo Cristo: En 1711 se fabrica su gran retablo barroco para albergar la imagen del Santísimo Cristo, posiblemente anterior, flanqueada por la Virgen y San Juan, y en el remate San Antonio de Padua. Está adornado con angelitos pasionarios.

Paso de la Flagelación del Señor: Este paso de la Semana Santa local se puede datar en el gusto popular del Siglo XVII.

Coro alto y órgano: El órgano es del año 1752, de los talleres de Agustín de la Rosa. Procede de Medina de Pomar. Está muy agotado, necesita una buena restauración para recuperar el esplendor de la angelical sonoridad de sus clarines; a la entrada del templo se puede colaborar con la causa haciendo un donativo.

Finalmente, reseñar que muchas piezas de valor de esta iglesia, como la cruz parroquial y la custodia, ambas piezas platerescas del maestro local Gonzalo Calahorra (Siglo XVI), así como numerosas tablas y esculturas de Alonso de Sedano y otros autores procedentes de los antiguos retablos góticos, hoy se encuentran expuestas en el museo de la Colegiata, por lo que el colofón de la visita es ir a la Colegiata a visitar el museo parroquial y admirar todas estas obras de arte.